Estrellas del deporte, artistas y actores famosos fuman veneno de sapo. Mike Tyson, Chelsea Handler, Christina Haack, Nacho Vidal y Hunter Biden, hijo del presidente Biden son algunas de las celebridades que promueven fumar el veneno del sapo “Bufo Alvarius” (Rhinella marina).
En latinoamérica actores, músicos y cantantes han experimentado también. Algunos que han hecho pública sus experiencias son el actor mexicano Roberto Romano y su colega venezolano, Fernando Carrillo; y el guitarrista de la cantante española Rosalía, César Huesca.
Al veneno del sapo “Bufo” se le llama bufantaina, la sustancia contiene 5-MeO-DMT, (5-metoxi-N,N-dimetiltriptamina) un alcaloide con efectos alucinógenos de la familia de las triptaminas. Su uso se ha vuelto muy popular en incluso se comercializa por Internet.
El sapo habita en territorios del sur de Estados Unidos, México, América Central y América del Sur.La sustancia alucinógena se extrae de las glándulas parótidas que tiene el batracio a ambos lados del cuello.
El doctor mexicano, Gerardo Sandoval Isaac, quien ha escrito un libro y diversos artículos sobre su uso y beneficio, relata que después de fumar los vapores del veneno, las moleculas de 5-MeO-DMT llegan al cerebro en cuestión de segundos.
“El cerebro lo consume sin metabolizar, porque la dimetiltriptamina es familia de la serotonina, lo que hace que el cerebro la pueda absorber en segundos”, agrega el galeno.
Sandoval Isaac detalla que por medio de radio imágenes se ha determinado que después de aspirar la bufantaina, las moléculas entran a los pulmones y después estas suben al cerebro, por lo cual hay un aumento del flujo sanguíneo en la región occipital, dilatación de las pupilas, aumenta la frecuencia cardíaca y se presentan alucinaciones.
Propicia sinapsis, y por ende aumenta las conexiones de las neuronas, aumenta los ganglios parabasales, (estructuras neuronales que se encuentran en la base del cerebro) y la región límbica, un grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento.
Un estudio de Johns Hopkins publicado en marzo 18 de 2019 en Science Daily descubrió que un 80 por ciento de los pacientes que usaron la 5-MeO-DMT producida de forma sintética en laboratorios reveló que su uso reduce la depresión y la ansiedad a las pocas semanas del tratamiento.
La revista Psychopharmacology publicó el 13 April del año 2019, un artículo sobre un estudio realizado, a 42 personas residentes en España, República Checa y Holanda que fumaron el veneno del sapo, reveló que la depresión, la ansiedad y el estrés disminuyeron después de cuatro semanas de tratamiento.
La 5-MeO-DMT ayudaría a aliviar problemas neuropsiquiátricos vinculados a los receptores sigma 1 del cerebro.
Los resultados de la investigación revelan que al fumar la leche de sapo, la ansiedad se redujo un 39% y el estrés en un 27%. La hipótesis de los científicos es que la sustancia estimula el crecimiento y desarrollo neuronal.
Los riesgos
Sandoval Isaac detalla que la única contraindicación para su uso es que las personas estén tomando medicamentos antidepresivos de larga duración específicamente medicamentos de la familia de tricíclicos.
Algunos de estos son Amitriptilina,Amoxapina,Desipramina (Norpramin),Doxepina,Imipramina (Tofranil),Nortriptilina (Pamelor),Protriptilina,Trimipramina y Doxepina entre otros.
La ciencia todavía investiga sobre los posibles riesgos neurológicos que su uso podría tener y sus beneficios al tratar desórdenes emocionales y sicólogicos.
Uno de los temores de los investigadores y organizaciones protectores de los animales es que estos resultados que son iniciales puedan a propiciar la explotación de los sapos bufos, por ende someterlos a maltrato para extraerles la leche y que esto también genere un contrabando de la sustancia en mercados negros, sin ningún control o regulación sanitario.
El caso más mediático de estos riesgos sucedió en España, donde la ex estrella del cine pornográfico Nacho Vidal,uno de los promotores del uso del veneno, fue acusado de homicidio imprudente por la muerte del fotógrafo de modas, José Luis Abad, que falleció el 28 de julio del año 2019, después de inhalar los vapores del veneno del sapo bufo.
Según los relatos difundidos en Internet de personas que fumaron el veneno del sapo bufo describen que sufrieron taquicardia, pérdida del conocimiento,vomito y alucinaciones.
Hay debates sobre la regulación de uso de la bufantaina ya sea por propósitos curativos para tratar problemas de adicción a la droga o al alcohol, problemas siquiátricos, o por experimentar con fines recreativos el alucinógeno.