El éxito de controlar una epidemia está en trabajar en equipo y controlar todas las posibles fuentes de contagio. No necesitamos irnos lejos buscando héroes cuando la verdadera fuerza para controlar este bicho esta en cada uno de nosotros cuando cuidamos nuestro entorno.
Cada uno podemos hacer la diferencia que se traducirá en grandes beneficios. ¿Cómo así? Si vives con 3 personas y de esas 3 personas tú y otra deben salir de casa, esas 2 personas que salen de casa se exponen más porque pueden tocar cosas donde estuvo un enfermo. Pueden haberse relacionado con alguien que está desarrollando o tiene la enfermedad y contagiarse sin saberlo y guardar ese virus hasta 1 semana sin sentir ningún síntoma. Debes estar consciente que ahora más que nunca limpiar y desinfectar tanto dentro como fuera de casa se vuelve prioridad.
El COVID-19 es un virus lipídico, es decir lo recubre una capa de grasa. Las soluciones jabonosas arrancan esa capa permitiendo dejarle al desnudo y listo para matarlo con una solución desinfectante. No solo debemos lavarnos las manos, también debemos con frecuencia pasar un trapo con agua y jabón para limpiar todo aquellos que tocamos con más frecuencia, de ahí pasar un paño humedecido y luego usar cualquier desinfectante de uso del hogar para realizar el proceso de desinfección.
También el cloro funciona sabiendo que deberá ser diluido en agua y luego de 15 minutos ser retirado para evitar nos dañe en el largo plazo las superficies donde se ha colocado. Si tienes acceso usar para desinfectar con alcohol de al menos 70% nos garantiza la eliminación, sin embargo hay que cuidarnos porque son productos inflamables.
¿Pero qué superficies debo colocar mayor atención?
En casa los picaportes, controles de aparatos eléctricos, teléfonos, manijas de abrir y cerrar chorros o el tanque del inodoro, todo aquellos que tocamos con más frecuencia. También hay que colocar cuidado en qué vasos, tazas, platos y cubiertos son lavados con abundante jabón para así evitar contaminarnos en casa.
Fuera de casa tenemos que poner especial atención en pasamanos, picaportes, teclado de la computadora y escritorio. Usar alcohol-gel pero sabiendo que cada cierto tiempo debemos hacer un buen lavado de manos ya que el alcohol-gel se acumula residuos al colocarlo en la misma superficie los que deben ser retirados para evitar perder efecto sanitizante.
Debemos aprender algunas cosas importantes en relación a higiene de otras culturas como lo son:
1. No entrar a casa con los zapatos de calle. Dejarlos fuera aplicando solución desinfectante y tener cerca de la puerta de entrada nuestro calzado de casa.
2. La ropa de calle removerla antes de sentarnos en la cama y vestir nuestra ropa cómoda de casa. Si pensamos utilizarla por 2ª ocasión, colgarla al aire libre, sino tener un cesto cerrado solo para ropa sucia cerca del área de lavado.
Lo ideal sería darnos un baño, pero a falta de tiempo o suficiente agua, lavarnos la cara y brazos con agua y jabón nos ayudara enormemente y colocar un poco de alcohol-gel en el cabello que de preferencia sería mejor lavarlo al menos cuando vayas a lugares donde circulan más de 10 personas.
Se volvió moda la simplicidad, todo para garantizar no contaminamos o se contaminan objetos de uso cotidiano, así que deja por estos tiempos de portar reloj, pulseras, collares o aretes; si tienes barba o bigote será bueno cortarlo y las chicas debemos andar recogido o cubierto el cabello no se nos puede olvidar
¿Cómo viviré este período?
La vida nos puso a buena parte de la humanidad a descansar pero a otros los llamó a redoblar esfuerzos; como sea que nos está tocando pasar este período, de nosotros dependerá bajo que principios lo viviremos. ¿Esconderemos nuestros talentos o los pondremos al servicio de los demás?
¿Será que nos toca un período de reflexión personal o ya esa reflexión la hicimos y llegó la hora de multiplicar?
Algo es claro y es que la vida nos ha puesto en jaque y nos está pidiendo a gritos momentos de reflexión responsable con nosotros mismos y con la vida que nos han prestado. Nos pide responsabilidad personal, familiar, laboral, social e incluso ambiental.
Nos han pedido quedarnos en casa, pero no nos han amarrado. De nosotros dependerá si alcanzamos a darnos cuenta que nuestra falta de prudencia, responsabilidad o de amor propio puede llegar a dañar a nuestros seres queridos o a la misma sociedad.
